2do. año - Lengua- Utopía - Proyecto educativo institucional del Saint Anthony´s College

La civilización Makawi
Por Benicio Mon Parra y Alejo Kciuk

El caos dominaba la ciudad, el miedo por el virus era descomunal. La gente estaba
atrapada en su ciudad y encerrada en sus casas. El gobierno había aplicado decretos
nacionales, que consistían en encerrar a las personas. Esto implicaba la imposibilidad de
trabajar para muchas personas, lo que los condenaba a morir por hambre.
Juan habitaba en esas tierras oscuras. El soñaba con poder escapar de la ciudad, pero
era incapaz de hacerlo debido a las duras medidas que regían en la ciudad. Él no tenía comida
suficiente como para poder sobrevivir mucho más tiempo así que decidió escaparse en una
pequeña balsa que estaba construyendo en su casa por un largo tiempo
Un día, llegado el anochecer él decidió ejecutar su plan. Él salió de su casa
discretamente y sin llamar la atención. A pesar de las estrictas restricciones no había nadie en
la calle debido al peligroso virus. Llegó al puerto sin complicaciones, y decidió comenzar su
viaje.
Partió sin ningún rumbo con esperanza de encontrar tierra firme. A las dos horas de
haber comenzado su expedición, una tormenta le complicó el trayecto. El perdió el control de
la balsa y nada más podía rezarle a dios que todo salga bien. En sus últimos segundos el
visualizó una ciudad y luego cerró los ojos. Cuando despertó él se encontró en una isla
desierta y no pudo encontrar su barco.
Caminó durante varias horas bajo el rayo del sol. Él también estaba hambriento y
creía que no podría vivir más tiempo. Logró ver a lo lejos a dos personas y rápidamente trató
de acercarse aunque su cuerpo no lo acompañará. A pocos metros de los nativos, él se
desplomó en el suelo. Vio como ellos se iban entonces decidió gritarles para poder intentar la
intención. Luego de ese arduo grito, él perdió la conciencia.
El fue ya abriendo los ojos poco a poco y vio a un hombre. El era alto y fornido y le
dijo “¿Estás bien?” Juan le respondió “Sí”. El se levantó de una cama en la que estaba
acostado y vio una ciudad. Esta era grande y simétrica. En cada cuadra había 4 edificios
intercalados por tres casas, además justo en el medio de la ciudad había una plaza. Las casas
tenían el mismo tamaño, y esto mismo pasaba con los edificios, todos del mismo tamaño. Lo
que también asombró a Juan fue el desarrollo de la zona, porque pese a estar en una isla había
edificios similares a los que había en su ciudad. El estaba asombrado por lo que estaba
viendo, luego decidió presentarse y dijo” Hola, soy Juan. He naufragado en esta isla luego de
escaparme de mi ciudad natal por un virus.” El señor le respondió “Yo soy Kimu y soy el
líder de esta civilización llamada “La Civilización Makawi”. Uno de nuestros habitantes te
encontró tirado inconsciente en la playa y te trajo hasta aquí. Espero que estas bien” Juan
respondió “Me siento excelente, gracias por su cuidado”
Kimu luego le preguntó “¿Quieres recorrer la ciudad?”. A lo que Juan le asintió con
la cabeza. Kimu guió a Juan a uno de los tantos edificios. Al entrar Juan se sorprendió porque
vio que todos los muebles estaban hechos de oro y porque ese edificio era una escuela. Miro
dentro de un aula y vio a alumnos que aparentan tener 5 años aprendiendo a resolver
ecuaciones. Juan preguntó a Kimu sobre esto a lo que respondió “Aquí en esta isla creemos
que lo más importante es la educación, por eso queremos que los niños aprendan lo máximo
posible a una corta edad.”
Luego ellos salieron del colegio y Juan dijo”Aunque yo llegué a esta isla con la
intención de un nuevo lugar para vivir, no me siento conforme aquí. Quiero irme a otra parte,
pero mi barco está destruido y no tengo como irme. ¿Hay alguna forma de que puedas
ayudarme?” Kimu respondió”Claro, nosotros te ayudaremos a irte, solo dame un minuto”
Kimu se dirigió a su casa y toco un timbre, luego todos los habitantes fueron a la plaza.
Luego el dijo “Queridos hermanos, los convocó hoy aquí para pedirles ayuda hacia
nuestro compañero Juan” Kimu señalo a Juan y luego continuó “Él viene de unas tierras
lejanas que estaban siendo atacadas por un virus. Juan se escapó en barco, pero naufragó en
esta isla. Su barco se rompió y no tiene como continuar con su viaje. Por eso, les pregunto a
ustedes por ayuda. ¿Pueden ayudarlo?” Luego se escuchó como todos los habitantes dijeron
“Si lo ayudaremos.” Juan fue donde estaba Kimu y dijo “Les agradezco a todos por su ayuda,
la verdad que es muy valiosa para mí. Desde lo más profundo de mi corazón le agradezco”
Después Kimu le habló a Juan y le dijo “Te puedes quedar en mi casa hasta que tu
barco esté construido” Juan le agradeció y lo siguió hasta su casa. Kimu lo llevó hacia una
cama de oro donde Juan durmió por la noche. La cama era incomoda, pero él pudo dormir
por la noche. Cuando Juan se despertó vio que Kimu lo estaba esperando delante suyo.
Luego le dijo “Has dormido mucho, tu barco ha finalizado de construirse hace dos horas.”.
Juan estaba feliz y le respondió “Te agradezco lo que hiciste estos dos días por mí la verdad
que significa mucho.”
Luego, Juan salió de la casa y fue dirigido por Kimu hacia el puerto. Ahí había un
gran barco de oro, el cual iba a ser usado por Juan. El se subió al barco y vio como todos los
habitantes fueron al puerto a despedirlo. Desde el barco el dijo “Gracias a todos por su
generosidad y por este gran gesto” El comenzó a navegar y luego dijo “Adiós a todos” y
continuó su camino hacia una nueva ciudad.