Saint Anthony´s College
4to. año - Lengua- Relatos del viaje
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RELATO DE VIAJE: ALEJO TABASCO
Era un bello día, estaba cazando junto a mi hermano en el interior de la naturaleza, ambos usábamos arco y flecha para cazar algunos animales y que nuestros padres se sintieran orgullosos de traer la cena a casa. Cuando estábamos llegando a casa, vimos a un grupo de personas diferentes a nosotros, su color de piel era blanca, llevaban ropa y hablaban en otro idioma. Nuestros padres, al vernos llegar, nos pidieron que soltáramos la cena y que le hiciéramos caso a estas personas. Yo no entendía muy bien lo que estaba pasando, pero sí podía ver que mis padres los trataron como si fuera su casa, les dieron comida, agua, hasta incluso intercambiaron cosas. Podía ver la confianza que había con estas personas, pero aun así yo no confiaba en ellos. Al día siguiente fui hasta la casa de mis abuelos, cuando llegué estaba mi abuela viendo el paisaje y le pregunté cómo estaba, estaba feliz pero estaba confundida también por estas personas que habían llegado. Yo le dije que no sabía nada de ellos, pero sí que mis padres los trataban muy bien. Luego le pregunté dónde estaba mi abuelo, pero me dijo que estaba cazando y que iba a volver dentro de varios días, entonces decidí escribirle algunas cartas, las cuales estoy escribiendo ahora, en donde le estoy contando todo lo que hice mientras él estaba ausente.
Mientras volvía a casa, cerca del atardecer, mi hermano estaba siendo llevado por estas personas y cuando me vieron me gritaron. Yo no sabía qué hacer, así que seguí a mi hermano y estábamos yendo a un barco, uno muy grande, en donde estábamos mi hermano, yo y cuatro más de los nuestros. Todo el barco estaba lleno de estas personas distintas a nosotros, logré ver algunas cosas que no lograba reconocer, como eran los tubos grandes que disparaban bolas de piedra, cuchillos que eran más grandes, afilados y doblados en la punta, y había muchas de esas cosas y más. Nos llevaron a la parte inferior del barco, estaba todo oscuro y húmedo, y nos pidieron que nos metiéramos en la jaula. Uno de los nuestros sabía que esto era una trampa y se negó a meterse, pero al hacer eso uno de los blancos lo empujó con tanta fuerza que lo tiró a la jaula. Pasaban los días, teníamos hambre y sed, y lo único que podíamos hacer era escuchar el ruido del agua chocando con el barco. Luego empecé a investigar la jaula y la parte de atrás ya era madera, por lo que intenté romperla para poder escapar, aunque en ese momento no era consiente para saber que estaríamos en el medio del océano una vez que escapáramos, lo único que quería era ser libre.
Unas horas después el barco se detuvo, se escuchaban los pasos de los invasores arriba de nosotros, luego vinieron a buscarnos para llevarnos con su rey. Fuimos caminando hasta el palacio, pero durante el trayecto podía ver que ya no estábamos en la naturaleza, no estábamos en la tierra, no había árboles gigantes y estaba lleno de esta gente blanca con ropa, definitivamente me di cuenta de que no estábamos en nuestro hogar. Cuando llegamos a nuestro destino, abrieron las grandes puertas del palacio y seguimos a uno de los invasores hasta su rey. Tenía mucho miedo, ya que no sabía a dónde estábamos yendo, qué nos iban a hacer y por qué a nosotros. Le pregunté a mi hermano qué iba a pasar pero él tampoco sabía, nadie sabía, y fue ahí cuando llegamos con “El rey”. Reaccionó de la misma forma que los demás invasores, estaba confundido, nos empezó a investigar, ya que éramos muy distintos. Luego los invasores le empezaron a describir nuestro hogar, qué habitaba allí, materiales y la fauna y flora, a lo que le interesó bastante al rey por su expresión, sobre todo cuando mencionaron la abundancia de oro. En el final de mi trayecto, volvimos en el barco con las mismas condiciones hasta nuestro hogar para trabajar y conseguir lo que había pedido el rey. Espero abuelo que cuando vuelvas puedas leer esto para que sepas la experiencia que viví junto a mi hermano.