Saint Anthony´s College
4to. año - Lengua- Relatos del viaje
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RELATO DE VIAJE: BELÉN GARCÍA DELEO
Mi querida Karkas,
Espero que tú y los niños se encuentren bien, sanos y seguros sin mi presencia. Ha pasado un día desde mi llegada a esta tierra. Como sabes, los llegados a nuestra aldea nos han llevado a mí y otros hermanos con ellos. Sigo sin saber para qué me han traído aquí, supongo que será para ayudarlos en alguna batalla, ya que soy uno de los hombres de nuestra tierra que mejor se le da pelear en los enfrentamientos. Mi fuerza, capacidad, inteligencia y voluntad seguro han destacado e hicieron posible que ellos notaran el gran guerrero que soy y quisieran mi ayuda, aunque no tengo idea de por qué querrían a los demás. No sé si te has enterado, pero solo nos han traído a seis aquí. A Wiklon también lo han traído y es entendible, su inteligencia y reflejos no se pueden comparar a los de ningún otro, pero el traer a nuestra vieja Kilkin, la niña Humby y su madre, y Quayú que es la persona más dependiente y vulnerable que he conocido, no me parece lógico que estén aquí con ese fin.
Para ser sincero, no me está agradando mucho la manera en la que se nos trata y se nos dirige. Al principio cuando se nos reclutó, todos fueron bastante respetuosos a mi parecer. Koshi, la madre de Humby, no concordó conmigo, pero no tendré en cuenta su opinión. Sabes que ella es muy sensible y no entiende que hay que ser firme al dirigirse con las personas y no está mal demandar respeto y orden, pero creo que las últimas acciones que estuvieron teniendo no fueron tan agradables. Al partir y alejarnos de la isla, sus comportamientos empezaron a cambiar. Se les notaba en la cara lo molestos que estaban por cualquier movimiento y ruido que hacíamos. Aparte de eso, se nos insistió en poner abrigos sobre nuestros cuerpos. Me pareció algo brusco la manera en la que se nos propuso taparnos, se sintió casi como una obligación. Las miradas eran de completo asco y tiempo después se acercaron algunos con montones de tapados. Les tratamos de hacer entender que estábamos bien así, pero insistieron sin parar y obviamente todos menos Wiklon y yo se los pusieron. Al ver que la mayoría cedió, nos agarraron a nosotros y nos metieron en un lugar cerrado para no poder vernos, se nos prohibió la salida hasta estuviésemos completamente vestidos. No queríamos dejar solas a las mujeres con el inservible de Quayú, así que nos pusimos todo y salimos. Nos dio mucha rabia ver sus caras de satisfacción, pero no nos pareció correcto empezar una pelea. Ellos eran los que manejaban la cosa en la que nos llevaban y ninguno de nosotros sabía cómo usarla, así que, aparte de estar en desventaja, la razón por la que estábamos aquí era para trabajar juntos y no en contra. Decidimos calmarnos y protegernos entre nosotros logrando que ellos también se tranquilizaran.
Como te he comentado al principio, hemos llegado hace un día y no te imaginas cómo es todo aquí. Sus casas son mucho más avanzadas que las nuestras , todos están vestidos muy elegantes, y su trato entre ellos es muy respetuoso, mientras que a nosotros todos los de aquí nos miran peor que los que nos trajeron. La pobre Humby estaba muerta de calor y comenzó a sacarse los tapados al llegar, y ni te imaginas la reacción que han tenido. Los llegados empezaron a alterarse y gritarles a ella y a su madre. ¿Cómo van a tratar de esa manera a una niña? Eso realmente nos sorprendió a todos.
Hace unas horas llegamos a lo que supongo será nuestra casa por el tiempo que estemos ahí. Nos han colocado a los hombres por un lado y a las mujeres por el otro. Las comidas que nos han dado son completamente diferentes a las nuestras pero no puedo negar que son exquisitas. Me aseguraré de mantenerte actualizada de todo lo que ocurra y tú asegúrate de contarle a nuestros hijos todo lo que te escribo a ti, estaré feliz de que sepan por todas las aventuras que su padre ha estado.
Espero volver a verlos y abrazarlos pronto,
Kroqué.