Saint Anthony´s College
4to. año - Lengua- Relatos del viaje
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RELATO DE VIAJE: CHIARA NOMEISKY
Ciudad de Toledo a 15 de octubre de 1942
Querida Madre:

Te escribo con gran angustia, con un inmenso dolor en el pecho. No estoy seguro de que esta carta te va a llegar, espero que sí. Como ya te habrás dado cuenta, hace un tiempo que estoy desaparecido. Me encuentro en un lugar desconocido como esclavo. Dicen que este sitio se llama “Toledo” y queda en un país llamado “España”. Estoy varado. Necesito tu ayuda, necesito que me salves. Al despertarme pensé que iba a ser un día más en mi vida. Mi plan era despertarme con la salida del sol, ir con el primo José a cazar un lulú, el cual habíamos descubierto unos días antes, ir a nadar al río y armar unas lanzas para poder atacar a unas malvadas personas que habían atacado Huki, mi tribu. Me imagino que en Zuúlo, donde viven, también deben haber llegado. Esa mañana me había despertado antes de lo que tenía pensado porque una de las piedras que tenía en las perforaciones de la cara se me había salido. Traté de seguir durmiendo, pero se me estaba haciendo difícil porque ya había amanecido y la luz me estaba molestando, entonces fui hacia las aguas para lavarme la cara y buscar algo para comer. Fue ahí cuando noté que nadie en Huki se había levantado, o eso pensaba. Empecé a buscar a José, seguí por Bunchi y luego por Tulipa, pero ninguno estaba. Me di vuelta al escuchar ruidos como de marchas, eran esas malvadas personas, se estaban llevando todo. Comencé a huir, pero ya era tarde. Intercambiamos unos piedrazos, pero estaban armados con artefactos desconocidos y yo tenía mucho miedo.
Tiempo después desperté en un lugar oscuro, estaban conmigo muchas personas de las tribus cercanas a Huki. Estaba mareado, no había mujeres, ni lanzas, ni agua, ni nada. Con José golpeamos una estructura alta y pudimos salir de ese oscuro lugar. Al salir le preguntamos a un hombre blanco y sin perforaciones a dónde nos llevaban, pero no entendimos lo que dijo. Parecía ser uno de los atacantes, no reconocí muy bien su idioma. Pude ver un poco al exterior, parecía que estábamos como en una de nuestros botes para cruzar el agua, pero enorme, algunos dicen que se llama “varko” pero no sé qué es eso. El hombre armado, el cual nos estaba vigilando, nos mandó de nuevo al cuarto oscuro. Era tanto el hambre que tenía que me desmayé. Horas después desperté por haber escuchado gritos en una lengua desconocida. Había venido gente a sacarnos de ese cuarto y bajar del supuesto varko. Nos obligaron a taparnos el cuerpo y nos llevaron a grandes construcciones. José me había comentado que a esas construcciones los enemigos las llaman “fávrikas”.
Al llegar a las supuestas favrikas comenzó la verdadera pesadilla, nos hicieron trabajar todo el día, no nos alimentaron, nos pegaron con látigos y nos dividieron en grupos. Estoy tan cansado que siento que voy a explotar. No sé dónde está José ni los demás de Huki, estoy con desconocidos. No me dan de comer ni me dejan descansar. No sé a cuanta distancia estoy de vos. Estoy angustiado y preocupado. Nunca manifesté mis sentimientos de esta manera pero es realmente necesario. Necesito volver a mi hogar, volver a cazar, volver a tener piedras en mi cara, volver a verte. Te pido por favor que si esta carta te llega le avises a tu tribu y a todas las demás que vienen por ellos, ojala no sea tarde para que se puedan defender. Prepárense. Necesito que se armen y vengan a buscarnos. Por favor hazme llegar una respuesta. Mis coordenadas son:
Latitud: 39.8568, Longitud: -4.02448 39° 51′ 24″ Norte, 4° 1′ 28″ Oeste
Tengo mucho miedo, no quiero morir. Te extraño mucho mumi.
Saludos,
Nusi.